martes, 26 de noviembre de 2013

La bicicleta, Malasaña - Madrid

Ayer estuve en uno de esos sitios que me enamoran, de los que siempre quiero estar más tiempo, de los que me inspiran, de los que me animan a pensar en un proyecto futuro...de los que me hacen disfrutar y, aún más si estoy en compañia de gente excepcional como mi amiga Meri y su amiga Irene.

Meri, que me conoce muy bien, me llevó al Barrio de Malasaña para disfrutar de la vida moderneta o hipster del centro peninsular, y nada más lejos...tiendas-showroom con mini joyitas preciosas como La intrusa, tiendas de objetis decorativos especiales y diferentes, tiendas de postales navideñas súper retro...en fin, un paraíso para los amantes de las cosas "cuquis" como yo. 

Una vez superado el shopping sin comprar nada (es lo que tiene casarse en 20 días), llegamos a una especie de placita al lado de una iglesia y en el cruce de varias calles. Meri me dice con una sinrisa de medio lado que est plza no sale ni en los mapas...y allí, en la esquina, está La Bicicleta. Es un local que a simple vista no llama la atención, está en una calle estrecha, muy transitada por vehículos y por personas de todas las nacionalidades que se concentran en este barrio. 

La bicicleta es un local sencillo, con una decoración muy neoyorquina, del greenwich village, diría yo, De esas con paredes de ladrillo visto, gastados, cn signos del paso del tiempo, seguramente por haber sido testigos de los proyectos de muchos ilusionados emprendedores...Maderas gastadas, sofás roídos de diferentes estilos, colores, estilos, libros, cuadros, mesas altas, bajas, pequeñas y grandes. Camareros simpáticos, de aspecto moderno, tatuajes, piercings, gente guapa, gente de todo tipo, idiomas diversos, japonesas dando una clase de español...mucha gente, muy diversa, que le confiere una esfera intersante, nada cargada ni impostada, al revés, muy natural. Yo diría incluso, bohemia. 

En este lical se pueden tomar cafés e infusiones de muchos tipo acompañadas de cookies o trozos de tarta, copas de vino con una olivas estupendas, ensaladas, tablas de quesos, nachos y también copas, cocteles y, como no, variopintos gintonics para tods los gustos. Una amplia oferta para un local que abre casi siempre, me dice Meri.

Una de las mejores ideas, una mesa en el centro, ideal para no sentirse solo, y dobde se tienen que hacer nos brunchs maravillosos. La comida genial. Me gustaron los quesos, la ensalada de mozarella con tomates deshidratados, canónigos y albahaca fenomenal, igual que el guacamole casero...Lástima que al estar tan agusto y entretenida, no caí en hacer fotos...pero como pienso volver, no pasa nada! Las colgaré aquí!

Entrad en su web: http://www.labicicletacafe.com/

jueves, 7 de noviembre de 2013

Fastvínic - Barcelona

Hace muchos días que no escribo y no es por falta de material...es por falta de tiempo!! Es lo que tiene casarse en 37 días!! Este viernes hacemos la prueba de menú, así que ya podré hacer un post del Bestial.

Bueno, pues hoy es uno de esos días que no he podido prepararme el tupper (ayer fui a yoga y salí muy tarde), así que he tenido que comer fuera del trabajo. Normalmente voy al Más que Menos (haré un post un día, también), pero hoy me apetecía buscar algo nuevo, seguramente por llevar la contraria a mi compañera que esta mañana ha dicho que no había sitios donde ir cerca del aquí...bueno, pues he sido atrevida y, dejándome levar, inercia me ha colocado frente a este local que había visto antes pero nunca había entrado.

Una vez delante, he dudado, porque pese a que su nombre me atrae, porque me encanta probar vinos diferentes, he visto fotografías de bocadillos y sándwiches, que no suelen ser un reclamo atractivo para las personas celíacas, pero como he visto que tenía buena pinta, he entrado. Al fondo de la sala me encuentro un panel con fotos de todos los bocadillos, sándwiches, hamburguesas y ensaladas varias, sin alusión algunba a gluten. De repente, veo un camarero vestido de una forma poco usual (camiseta verde y pantalón de esport) y abordándolo, le he formulado la pregunta mágica: "¿Tenéis platos especiales para celíacos?" y me contesta muy tranquilo "por supuesto, pregunta en la caja".

No me lo puedo, creer, mi asombro no tiene límites, porque todo parece excelente y, además, tienen un montón de vinos diferentes para probar por copas...todos catalanes, por supuesto.

Espero mi turno y una señora muy simpática me explica que puedo comer de todo excepto un par de platos, que tienen pan especial para celíacos. Su exquisitez en el trato va más allá, y me comenta que tienen una salamandra y un juego de cuchillos exclusivo para celíacos. En fin, que no sé dónde meterme de la alegría...

Al final, como estoy en shock y no sé qué pedir, le pido que me recomiende algo, la mejor hamburguesa (es una de las cosas que más echo de menos): la hamburguesa ecológica. Como maridaje perfecto, decido pedir una copa de Ortos, DO Montsant a la que me estoy aficionando.

Pues una vez realizado mi pedido que me ha costado 14 euros, me dan un número, el 39, y me dirijo a una mesa libre de las que quedan en el comedor, que está casi completo. Un ambiente muy acogedor, con mucha luz y con un tipo de gente peculiar...gente de las oficinas y negocios colindantes, pero no trajeados, ni dependientas de comercio, son más bien (diría yo) profesionales de pequeños despachos, gabinetes o agencias. Gente moderna, pero sin pasarse, sencilla, casi todos leyendo el periódico. Silencio pero vida a la vez, no sé, a gusto...

Mientras me traen mi hamburguesa leo el periódico en el ipad, pero como se me acaba la batería, para variar, me pongo a leer una especie de catálogo que hay en la mesa. Resulta que es la carta, pero una carta muy peculiar, pues tiene fotos de todos los platos, explicando el origen de cada ingrediente. Además, explica que el local es totalmente ecológico por diferentes motivos, como la iluminación. Muy interesante, pero no he puedo acabar de leer porque a los 10 minutos me traen mi hamburguesa, poco hecha, como he pedido y mi copa de vino, muy curiosa porque es la copa tal cual, pero sin pie. La hamburguesa está genial, el pan buenísimo (tenía razón la señora), cocinada al punto que he pedido y el vino, perfecto. 
Mirando alrededor mío, veo que cada persona tiene  un plato diferente...unos hamburguesas, otros bocadillos, ensaladas, por lo que deduzco que todo debe estar bueno...

 
Un rato después, me levanto, hago mis fotillos de rigor y me dirijo al trabajo, más contenta que unas pascuas, por haber descubierto un restaurante nuevo y que además es sensible con las personas enfermas de celiaquía. 


Volveré sin duda!! me quedan muchos vinos y bocadillos que probar!!

FASTVÍNIC
Diputació 251
08007 Barcelona
+34 93 487 32 41

http://www.fastvinic.com/es/

martes, 17 de septiembre de 2013

Inmersión en la cocina vietnamita II parte - Un capítol de Vietnam

Desde que soy celíaca siempre agradezco que amigos y familiares se fijen en la carta de los restaurantes o bares a los que van y me avisen de los que hacen mención especial a los platos sin gluten. Este es el caso de Sheila y Sergi, que en varias ocasiones me han recomendado sitios (otro día hablaré, por ejemplo del Otto Stylt) aptos para celíacos. Pues bien, el "Capítol de Vietnam" es uno de ellos...y además satisface nuestra necesidad latente de probar la cocina de este país que en tan poco tiempo visitaremos.

El pasado sábado decidimos ir un grupo de amigos "jóvenes", jejeje, a este restaurante Vietnamita que S&S habían fichado situado en la calle Nápoles. Nada más entrar, me llaman la atención dos cosas: por un lado la decoración, mezcla de decoración tradicional, con sus dragones tallados en madera, los artesonados del techo con elementos más innovadores, como las lámparas confeccionadas con sombreros vietnamitas de paja, etc...Y, por otro lado, una larguísima mesa con un grupo de gente joven, además de la mayoría de mesas ocupadas...que me hicieron pensar que seguramente íbamos a comer bien.


Nos sitúan en una mesa en la zona cental del restaurante y nos traen una carta con un sinfín de platos, la MAYORÍA DE ELLOS SIN GLUTEN. Alucinante, mis ojos como platos, nunca mejor dicho...tempuras, fideos, rollitos, etc empiezan a producirme salivación tal perrito de Pavlov. Es entonces cuando llega una chica asiática, pensamos que vietnamita, claro, de estética moderneta, que nos toma nota de lo que vamos a pedir. En seguida nos deja boquiabiertos con su verborrea y su humor catalán, una ironía fina que nos mete en su bolsillo inmediatamente hasta el punto de dejarnos llevar y confiar en su criterio. Nos traerá un surtido de platos de los que únicamente uno, no puedo probar. Excelente!! Con el tiempo, nos damos cuenta de que es la hija del propietario y que, además, la larga mesa de al lado es su pandilla...

Empieza la orquestra!!! Van llegando los platos uno tras otro...tallarines, rollitos fritos, canelones de arroz, ternera con algas, raviolis, tempura, ensalada, arroz, etc. Todo espectacular!! No nos ponemos de acuerdo en lo que más nos gusta, pero los rollitos fritos envueltos en lechuga, están de muerte!! Comemos hasta dejar los platos vacíos y, para nuestra sorpresa, los glotones del grupo no quieren pedir más...todos satisfechos, pero con un huequecillo para pedir postre...
Es entonces cuando nos traen la carta, también muy extensa, con diferentes helados, delicias vietnamitas, postres caseros, gintónics variados, etc. Triunfan unas bolas de helado rebozadas, que lamento no recordar el nombre, pero que hacen las delicias de todos. Los rollitos de chocolate también parecen estar buenísimos, pero me quedo con las ganas, porque, irremediablemente, no los puedo probar. Maldita sea la celiaquía!! 

Para no ser menos, pido un plato que la camarera tiene que preguntar al propietario si es sin gluten, ya que la carta de postres no lo indica...Flan de mango con nata y nueces caramelizadas...mmmm, espectacular! Buenisimo! Un acierto, no como Ginés, que pide jengibre dulce...todavía me acuerdo de la cara de Ana al probarlo!! jajjaja...En fin, que al final, se pide también la bola de helado rebozada y encantado!!

Una velada de lo más agradable, en compañía de amigos y disfrutando del placer de una buena comida, en esta ocasión vietnamita.

Al salir, hablo con el dueño y su hija y les explico que vamos a ir de viaje de novios a Vietrnam, y muy amablemente, el señor me pide que vuelva a su restaurante un día entre semana para poder explicarme cosas sobre su país recomendándome lugares que visitar, dónde comer etc. Además, aprovecho su amabilidad para preguntarle sobre nuestra preocupación por el gluten y el aceite de sésamo a lo que responde que no hay problema alguno. Esto si que es un alivio!! 

Sin duda volveremos y seguro que entre semana para poder disfrutar de la simpatía y alegría de esta familia que ha sabido hacerse con un lugar en esta inmesa ciudad, que es Barcelona.


PD: cuando he ido a consultar su web para contrastar agunos datos, veo que tienen servicio a domicilio y que están trabajando en otros proyectos...otros capítulos de vietnam, como ellos dicen...y también página en Facebook.

c. Nàpols, 266. Barcelona.
T: 934593916 / M: 637800729
capitoldevietnam@gmail.com

lunes, 16 de septiembre de 2013

Inmersión en la cocina vietnamita I parte - Pho Bar

Faltan menos de tres meses para nuestra boda y como no, nuestro viaje de novios a Vietnam y Bangkok, así que hemos decidido que en este tiempo, tenemos que conocer de primera mano su gastronomía, especialmente en lo referente a los ingredientes por nuestras alergias e intolerancias. Yo soy celíaca, ya lo sabéis, pero Luis tiene alergia al aceite de sésamo, ingrediente muy utilizado en la cocina asiática...

A través del Time Out, encontré 2 restaurantes vietnamitas muy apetecibles. Mi sorpresa que el primero que llamo, ya no existe. En fin, que decido llamar al Pho Bar, especialmente porque la descripción me despierta la curiosidad por conocer cómo una vietnamita, cada con un alemán, han montado un un restaurante en Barcelona.

Reservamos a las 22.00hs. El restaurante está en la Calle Sepúlveda, muy céntrico, cerca de las Bodegas Sepúlveda, que conocí gracias a Guillem Chupa-Chups y que ya comentaré más adelante...

El Pho Bar es un lugar agradable, amplio, de decoración sencilla pero fresca, con toques originales,  pero, sobretodo, es un lugar tranquilo y bonito.

Nos atendió el propietario en persona, Holger, un señor alemán muy correcto, educado y también muy tranquilo, como si el bullicio de la cercana Plaça Universitat no fuera con él. Afortunado.

Nos dió la carta, muy bonita, pero con un sinfín de platos ordenados por números, a lo que nos comenta que el 23, 51 y no sé cuál más no quedaban...tengo que decir que no me gusta nada que se refieran a los platos así, es como si los despersonalizaran, como si fuera un restaurante de platos combinados o uno  tipo fast food. 

Nos decidimos por unos rollitos normales para Luis y unos de  arroz para mi (supuestamente sin gluten porque no lo indica en la carta), una sopa Pho Bo y un pollo con curry, jenjibre y leche de coco. 



Los platos tardan muchísimo y Holger, se acerca a nosotros para disculparse por la demora alegando que se han quemado unos rollitos en la cocina...

Finalmente nos traen primero los rollitos y después la sopa y el pollo con guarnición de arroz blanco. Todo delicioso. Una experiencia realmente nueva, ya que hay cosas que se comen de manera diferente. Por ejemplo, los rollitos de Luis se tienen que enrollar en una hoja de lechuga y hierbabuena, mojar en una salsa y comérselo con las manos. El Pho Bo, una sopa buenísima, viene acompañada de una jarrita con salsa de pescado (que olía fatal), un cuenquito con otra salsa picante y un plato con diferentes hierbas (albahaca y cilantro), soja y lima. Todo para ir aderezando la sopa al gusto. Obviamente nos lo tuvo que explicar el camarero, un chico filipino muy majete.

El pollo, fenomenal, súper sabroso...voy a intentar hacerlo en casa, ya que ahora he comprado leche de coco en un súper de Poblenou. Un sabor muy bueno, un poco picante, que, mezclado con el arrroz, quedaba realmente exquisito. No dejamos nada en el plato, pero nos reservamos un huequecito para los postres...Yo pedí helado de aguacate y mango y Luis plátano frito con helado. También muy rico, a excepción del aguacate que me reservo para guacamoles o ensaladas, porque en helado...no me convence.




De precio, pues bien, aunque los platos son económicos, nunca cenas en Barcelona por menos de 25 euros.

Celíacos: la carta no indica los platos sin gluten, pero Holger pregunta en cocina y en seguida confirma lo que se puede o no comer.

Una experiencia muy agradable que supongo que nos llevará a repetir antes de nuestra ansiada luna de miel...

A la salida...una sorpresa de esas que me recuerdan que Barcelona es sensacional! Adoro el arte urbano!!



Pho Bar
Sepúlveda, 159 Barcelona
Tel. 93 451 91 87

www.myphobar.com 

viernes, 30 de agosto de 2013

Nikkei Bar - Sevilla

Un descubrimiento de este verano, gracias a "Jota", ha sido el Nikkei Bar, un restaurante modernete, fusión de cocina japonesa-peruana en la zona de moda de Sevilla.

Tengo que decir que aunque nuestra mejor fuente, Paple, nos recomendó otros sitios estupendos de la ciudad, nos apeteció más esta opción ya que hace tiempo que llevo oyendo esto de la fusión japón-perú en la cocina y me apetecía mucho probar. Lo he oído especialmente de un sitio que hay en Madrid, pero que no he probado...lo dejo para cuando vayamos a ver a nuestros amigos de la capital... ;)

Bueno, pues eso, que al final nos decidimos por éste y nos gustó mucho. Curiosamente, cuando intentábamos aparcar, vimos otro sitio en la esquina de la misma calle Calatrava que pintaba genial (Bar Antojo) y más adelante los que nos comentó Paple y alguno más interesante en la zona de la Alameda de Hércules, que por cierto, no conocía y que está genial para ir a cenar, a tapear y a tomar copas!!!

Nikkei Bar pertenece a un grupo de restauración que tiene varios restaurantes (http://www.equipompuntor.com), entre ellos el Bar Antojo (si es que tengo buen ojo...jejeje) y que han creado un concepto de restauración creativa, sencilla pero de calidad y algo diferente a la oferta habitual en la ciudad. A mi me recuerdan un poco al grupo Tragaluz con su Bar Lobo, el Gallito, Bestial (de éste hablaré más adelante ;)), etc.

Pues aquí estamos nosotros, en la puerta del Nikkei Bar, con nuestra reserva a las 22.30h y nos encontramos con una entrada muy original y con una decoración sencilla pero con gusto, de esos sitios con cada silla y cada mesa diferentes (está súper de moda), un piano, cuadros de autor en las paredes y una cocina a la vista, nada más entrar. Hay como unas 11 o 12 mesas de diferentes tamaños montadas, algunas con parejas otras pequeños grupos, pero pese a la cantidad de gente, es tranquilo y silencioso. Nos acomodan en una mesa situada en el primer comedor, muy simpática, junto a un gran cuadro muy colorido y una pared de ladrillo visto pintado (como en casa).



















Lo primero que me llama la atención es la carta de vinos, escrita a mano en un cuadrenillo rubio de los de toda la vida...que se deben estar poniendo de moda de nuevo, porque el otro día los vi en Carrefour...


Pedí un vino australiano, por copas, que me gustó muchísimo, contundente de sabor, pero algo afrutado, muy bueno (no entiendo mucho de catas de vinos, pero sé cuándo me gustan)...


Después la carta, donde, efectivamente, ofrecen platos de cocina peruana como ceviches, tirtaditos de pez, anticucho, etc junto con cocina japonesa elaborada, como niguiris, tataki, sashimi, mochis, etc. Una carta pequeña, no con emasiados platos, pero suficiente surtido para elegir. Ahí es donde empieza nuestro calvario...entre que yo soy celñiaca y que Luis es alérgico al aceite de sésamo, no veas. El pobre camarero no sabía dónde meterse, hasta que al final llamó al cocinero, que salió a atendernos muy amablemente y al que agradecemos el esfuerzo que realizó para que saliéramos contentos del local. Resulta que la salsa de soja lleva gluten, asi que la comida japonesa para mí es dificil, pero es que la peruana, utiliza mucho aceite de sésamo...jajaja, la parejita de la mesa de al lado alucinaba!! estos dos extranjeros que parecen, en vez de catalanes, marcianos!!!


En fin, al final pedimos un surtido de niguiris para cada uno (magret de pato, shitake, huevo de codorniz y buey), un ceviche de pescado variado con leche de tigre, un tataki de atún y solomillo nikkei. El cocinero nos dijo que era mucha comida, pero aún así pedimos todo ésto y nos lo acabamos, pero fué un error, porque no dejamos hueco para probar los postres que después hemos visto en la web...:(

Los niguiris maravillosos, exquisitos, especialmente el de shitake que tenía un gusto súper diferente, muy bueno.


Después trajeron el ceviche...espectacular! súper fresco el pescado y muy muy sabroso, con el punto justo de cilantro. Me encantó la mezcla con los kikos gordos, que no había visto nunca en un platop así y el jugo restante, me lo bebí con una cuchara...mmmmm!!


Después trajeron el tataki...y no veas el show!! Resulta que el plato lleva el atún envuelto en alga y con una tempura (gluten) y va acompañado de unas verduritas salteadas (con aceite de sésamo), así que nos preparó uno diferente para cada uno respetendo nuestras intolerancias...el cocinero sudando!!

Bueno, pues estaba increíble!! POr lo menos el mñio...porque el de Luis no lo probé ;)...de los mejores tatakis que he probado nunca, de verdad.

Al final pedidmo la carne, que nos sobró, porque era muy contundente para acabar, pero estaba deliciosa, se desacía en la boca.


No fuimos capaces de pedir postre, cosa que me arrepiento, pero bueno, salimos muy satisfechos, especialmente cuando nos trajeron la cuenta en una lata de sopas Cambell (muy original)...

No llegó a 50 euros!!!! Bueno, bonito y barato, como a mí me gusta!!!

A la salida, nos paramos a leer el texto de la entrada...lo dejo aquí para que lo leáis vosotros!!

Un excelente descubrimiento en Sevilla, totalmente recomendable!! y donde tratan muy bien a las personas con intolenacias y alergias!!

Nikkei Bar
C/ Calatrava 34 - Sevilla
Tel. 620 848 717



miércoles, 28 de agosto de 2013

Restaurante Casa Balbino - Sanlúcar de Barrameda -Heladería Toni

Hoy estoy de regreso al trabajo tras las vacaciones y voy a escribir sobre algunos sitios que he visitado por el sur...en este caso, por mis queridas tierras gaditanas, donde he tenido el placer de comer nuevamente en algunos de mis lugares preferidos.

Este post es sobre Casa Balbino, en Sanlúcar de Barrameda, una ciudad pequeñita pero con mucho encanto, especialmente la Plaza del Cabildo, aunque también lo es Bajo de Guía, pero en esta ocasión no he podido visitar a Bigotes :(

Sanlúcar es conocido por las carreras de caballos en la playa, por su feria, por los toroos, por la manzanilla, pero también por sus langostinos y las tortillitas de camarones y, en esta materia, Balbino es especialista. Tiene las mejores tortillitas de camarones del mundo, tal encaje de bolillos formado por finísimos hilos de masa y repleto de grandes camarones que desafían la ley de la gravedad. 
Balbino es un lugar donde probar pequeños bocados de mar, desde los fresquísimos langostinos cocidos o a la plancha, las almejas de carril a la marinera, las ortiguillas de mar fritas...en fin todo un sueño (no especialmente para celíacos aunque he de reconocer que no pude aguantarme y comí un trocito de tortillita que me sentó divinamente pese a ser de harina de trigo...un placer por el que merecía la pena arriesgarse).


La decoración muy taurina, como buen sanluqueño, con fotos antiguas de toreros y de plazas de toros y también de la ciudad a principios de siglo. Estas joyas pasan un poco desapercibidas porque siempre está lleno de gente, pero merece la pena echarles un vistazo...


Siempre es difícil encontrar mesa en alguna de sus dos terrazas, pero una que ya tiene experiencia allí, miró dentro y encontró una mesita alta, de esas que se hacen con barricas de vino y que parece que hacen que siente todavía mejor la comida, o por lo menos el estar de pie...y además, busqué mi sito de siempre para pedir (entre el sitio y mi más encantadora sonrisa me atendieron rápido). Sí, sí, Balbino es de autoservicio, pero os contaré que tiene una barra con más de 10 camareros que sirven sin parar las comandas de todos los presentes. Las cuentas las hacen con una tiza, en unas pizarras que tienen en la barra. Siempre me he preguntado cómo se aclaran, pero no me cabe la menor duda que lo hacen con mucho arte!!!

Nosotros pedimos unos tintos con limón bien fresquitos y un tapeo típico: salpicón de marisco, tortillitas de camarones, almejas a la marinera y, como no, langostinos de Sanlúcar. Me quedé con ganas de comer algunas cosas más, pero ya había arriesgado comiéndome la tortillita y, además, queríamos guardar sitio para comer un helado artesano en Toni. En fin, que nos sentó fenomenal la cena...a Luis le encantó todo y sobretodo el precio!! Nada caro, no llegó ni a 30 euros!!






Para la comunidad celíaca es un poco más complicado, pero hay muchas cosas que se pueden comer en este lugar...lo que pasa es que uno se queda "con la cara partía" como dicen aquí cuando ve tantas cosas buenas y prohibidas a la vez, porque mira que les gusta el frito a esta gente!!!

Casa Balbino
Plaza del Cabildo 14
11540 Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
Tel: 956 36 05 13
http://www.casabalbino.com/
 
Un placer volver a este lugar que recomiendo muuuuuuuuuucho!!


Después de Balbino, no pudimos resistirnos a los helados de Toni, una heladería artesana fundada en1896...tienen mil sabores, con y sin azúcar, con y sin glúten...en fin, increíble!!!

Pedimos un helado cada uno, yo, como siempre de leche merengada (estoy haciendo una cata nacional) y Luis de varios sabores. Al acabar, no pudimos resistirno y pedimos uno de Gin Toni...jejeje, elaborado con Fever Tree y Bombay Saphire!!! era como morder un gintónic de verdad...pero de emborracharte y todo!!!





Heladería Toni
Plaza del Cabildo, 2 - Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
Teléfono:956 36 22 13






miércoles, 31 de julio de 2013

Restaurant NONONO- Barcelona

Hace unos días, quedamos con los amigos de Luis del instituto para cenar. No sabíamos dónde ir y al final, alguien propuso ir al NONONO, el restaurante del televisivo cocinero Isma Prados (conocido por el programa "Cuina per solters", entre otros).

Ubicado el un pasaje desconocido para mí hasta este momento y donde se encuentran algunos lugares interesantes como una creperia apta para celíacos, por ejemplo...

El restaurante tienen una decoración original, fresca, como se lleva ahora, com muebles viejos, cada silla de su padre y de su madre, mesas de diferentes medidas, nada de fotos ni cuadros. Lo que llama la atención es el papel pintado de las paredes a base de hojas de periódicos antiguos que dan un aspecto muy suave y relajante porque son de tonos pastel.

Nos colocaron en una mesa grande, en un rincón del restaurante muy pintoresco, justo junto a un gran ventanal. Un espacio de lo mejor para los siete que éramos.

El NONONO se define en su web como cocina de mercado radical. La verdad, no sé qué significa y tampoco vimos a Isma Prados para que nos lo contara. Eso sí, había un camarero muy simpático (a Ana le pareció tan igual de simpático por teléfono y por eso reservó allí), que nos atendió estupendamente.

Lo que había oído y leído sobre este restaurante en internet es que, por lo visto, tienen una granja ecológica de donde proceden los huevos, las verduras, etc que se sirven en el restaurante. Las carnes, también son de origen ecológico. Materia prima buena de verdad, de calidad.

Tenemos ingredientes de calidad, sí, pero la carta...la verdad es que no me impresionó lo más mínimo. Ahora que todos dicen que hay que comer menos carne y que me lo estoy tomando en serio, resulta que este cocinero monta un restaurante donde los platos estrella son a base de carne, en especial de ternera. También algo de aves y cerdo.

De primeros pedimos ensalada con pétalos de rosa (súper amargos) y unos tomates ecológicos aliñados únicamente con un poco de aceite, pimienta y sal. Lo mejor de todo lo que probamos. Buenísimos!!!





La carne, el costillar de ternera, pues muy bueno, la verdad, cocinado con la técnica de envasado al vacío que todos hemos aprendido con Masterchef. Se deshacía en la boca, y estaba delicioso con la salsa a base de la propia gelatina de la carne. No dejamos nada, los huesos gigantes, jeje. (no hice la foto...menudo fallo).

Los postres no los probé, pero sí una copita de pacharán para hacer la digestión. Pere pidió una copita de Pedro Ximénez que no le pudieron servir ya que no tenían y en sustitución, le pusieron un poco acertado vino oloroso...Creo que los postres estaban buenos...no lo recuerdo exactamente. Ya no les presto atención, como casi nunca puedo...

Un detalle que no me gustó, es que había una botella de aceite ecológico buenísimo encima de la mesa, con una etiqueta donde decía que estaba a la venta y el precio. Poco elegante, la verdad. Hay muchas otras formas de hacerlo.

Celiquía: Algunos platos de la carta son aptos para celíacos, pero no todos y no me sirvieron pan especial ni nada.

Precio: más de lo que esperaba...unos 38 euros por persona teniendo en cuenta que compartimos todo.

Volvería: si lo hago, será a mediodía. Demasiado fuerte para una cena...
Recomendaría: sí...bueno...

 
Dirección:
Restaurante NONONO
Ptge. Lluis Pellicer, 12 - 08036 Barcelona
Tel. 93 444 99 01