martes, 26 de noviembre de 2013

La bicicleta, Malasaña - Madrid

Ayer estuve en uno de esos sitios que me enamoran, de los que siempre quiero estar más tiempo, de los que me inspiran, de los que me animan a pensar en un proyecto futuro...de los que me hacen disfrutar y, aún más si estoy en compañia de gente excepcional como mi amiga Meri y su amiga Irene.

Meri, que me conoce muy bien, me llevó al Barrio de Malasaña para disfrutar de la vida moderneta o hipster del centro peninsular, y nada más lejos...tiendas-showroom con mini joyitas preciosas como La intrusa, tiendas de objetis decorativos especiales y diferentes, tiendas de postales navideñas súper retro...en fin, un paraíso para los amantes de las cosas "cuquis" como yo. 

Una vez superado el shopping sin comprar nada (es lo que tiene casarse en 20 días), llegamos a una especie de placita al lado de una iglesia y en el cruce de varias calles. Meri me dice con una sinrisa de medio lado que est plza no sale ni en los mapas...y allí, en la esquina, está La Bicicleta. Es un local que a simple vista no llama la atención, está en una calle estrecha, muy transitada por vehículos y por personas de todas las nacionalidades que se concentran en este barrio. 

La bicicleta es un local sencillo, con una decoración muy neoyorquina, del greenwich village, diría yo, De esas con paredes de ladrillo visto, gastados, cn signos del paso del tiempo, seguramente por haber sido testigos de los proyectos de muchos ilusionados emprendedores...Maderas gastadas, sofás roídos de diferentes estilos, colores, estilos, libros, cuadros, mesas altas, bajas, pequeñas y grandes. Camareros simpáticos, de aspecto moderno, tatuajes, piercings, gente guapa, gente de todo tipo, idiomas diversos, japonesas dando una clase de español...mucha gente, muy diversa, que le confiere una esfera intersante, nada cargada ni impostada, al revés, muy natural. Yo diría incluso, bohemia. 

En este lical se pueden tomar cafés e infusiones de muchos tipo acompañadas de cookies o trozos de tarta, copas de vino con una olivas estupendas, ensaladas, tablas de quesos, nachos y también copas, cocteles y, como no, variopintos gintonics para tods los gustos. Una amplia oferta para un local que abre casi siempre, me dice Meri.

Una de las mejores ideas, una mesa en el centro, ideal para no sentirse solo, y dobde se tienen que hacer nos brunchs maravillosos. La comida genial. Me gustaron los quesos, la ensalada de mozarella con tomates deshidratados, canónigos y albahaca fenomenal, igual que el guacamole casero...Lástima que al estar tan agusto y entretenida, no caí en hacer fotos...pero como pienso volver, no pasa nada! Las colgaré aquí!

Entrad en su web: http://www.labicicletacafe.com/

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