viernes, 30 de agosto de 2013

Nikkei Bar - Sevilla

Un descubrimiento de este verano, gracias a "Jota", ha sido el Nikkei Bar, un restaurante modernete, fusión de cocina japonesa-peruana en la zona de moda de Sevilla.

Tengo que decir que aunque nuestra mejor fuente, Paple, nos recomendó otros sitios estupendos de la ciudad, nos apeteció más esta opción ya que hace tiempo que llevo oyendo esto de la fusión japón-perú en la cocina y me apetecía mucho probar. Lo he oído especialmente de un sitio que hay en Madrid, pero que no he probado...lo dejo para cuando vayamos a ver a nuestros amigos de la capital... ;)

Bueno, pues eso, que al final nos decidimos por éste y nos gustó mucho. Curiosamente, cuando intentábamos aparcar, vimos otro sitio en la esquina de la misma calle Calatrava que pintaba genial (Bar Antojo) y más adelante los que nos comentó Paple y alguno más interesante en la zona de la Alameda de Hércules, que por cierto, no conocía y que está genial para ir a cenar, a tapear y a tomar copas!!!

Nikkei Bar pertenece a un grupo de restauración que tiene varios restaurantes (http://www.equipompuntor.com), entre ellos el Bar Antojo (si es que tengo buen ojo...jejeje) y que han creado un concepto de restauración creativa, sencilla pero de calidad y algo diferente a la oferta habitual en la ciudad. A mi me recuerdan un poco al grupo Tragaluz con su Bar Lobo, el Gallito, Bestial (de éste hablaré más adelante ;)), etc.

Pues aquí estamos nosotros, en la puerta del Nikkei Bar, con nuestra reserva a las 22.30h y nos encontramos con una entrada muy original y con una decoración sencilla pero con gusto, de esos sitios con cada silla y cada mesa diferentes (está súper de moda), un piano, cuadros de autor en las paredes y una cocina a la vista, nada más entrar. Hay como unas 11 o 12 mesas de diferentes tamaños montadas, algunas con parejas otras pequeños grupos, pero pese a la cantidad de gente, es tranquilo y silencioso. Nos acomodan en una mesa situada en el primer comedor, muy simpática, junto a un gran cuadro muy colorido y una pared de ladrillo visto pintado (como en casa).



















Lo primero que me llama la atención es la carta de vinos, escrita a mano en un cuadrenillo rubio de los de toda la vida...que se deben estar poniendo de moda de nuevo, porque el otro día los vi en Carrefour...


Pedí un vino australiano, por copas, que me gustó muchísimo, contundente de sabor, pero algo afrutado, muy bueno (no entiendo mucho de catas de vinos, pero sé cuándo me gustan)...


Después la carta, donde, efectivamente, ofrecen platos de cocina peruana como ceviches, tirtaditos de pez, anticucho, etc junto con cocina japonesa elaborada, como niguiris, tataki, sashimi, mochis, etc. Una carta pequeña, no con emasiados platos, pero suficiente surtido para elegir. Ahí es donde empieza nuestro calvario...entre que yo soy celñiaca y que Luis es alérgico al aceite de sésamo, no veas. El pobre camarero no sabía dónde meterse, hasta que al final llamó al cocinero, que salió a atendernos muy amablemente y al que agradecemos el esfuerzo que realizó para que saliéramos contentos del local. Resulta que la salsa de soja lleva gluten, asi que la comida japonesa para mí es dificil, pero es que la peruana, utiliza mucho aceite de sésamo...jajaja, la parejita de la mesa de al lado alucinaba!! estos dos extranjeros que parecen, en vez de catalanes, marcianos!!!


En fin, al final pedimos un surtido de niguiris para cada uno (magret de pato, shitake, huevo de codorniz y buey), un ceviche de pescado variado con leche de tigre, un tataki de atún y solomillo nikkei. El cocinero nos dijo que era mucha comida, pero aún así pedimos todo ésto y nos lo acabamos, pero fué un error, porque no dejamos hueco para probar los postres que después hemos visto en la web...:(

Los niguiris maravillosos, exquisitos, especialmente el de shitake que tenía un gusto súper diferente, muy bueno.


Después trajeron el ceviche...espectacular! súper fresco el pescado y muy muy sabroso, con el punto justo de cilantro. Me encantó la mezcla con los kikos gordos, que no había visto nunca en un platop así y el jugo restante, me lo bebí con una cuchara...mmmmm!!


Después trajeron el tataki...y no veas el show!! Resulta que el plato lleva el atún envuelto en alga y con una tempura (gluten) y va acompañado de unas verduritas salteadas (con aceite de sésamo), así que nos preparó uno diferente para cada uno respetendo nuestras intolerancias...el cocinero sudando!!

Bueno, pues estaba increíble!! POr lo menos el mñio...porque el de Luis no lo probé ;)...de los mejores tatakis que he probado nunca, de verdad.

Al final pedidmo la carne, que nos sobró, porque era muy contundente para acabar, pero estaba deliciosa, se desacía en la boca.


No fuimos capaces de pedir postre, cosa que me arrepiento, pero bueno, salimos muy satisfechos, especialmente cuando nos trajeron la cuenta en una lata de sopas Cambell (muy original)...

No llegó a 50 euros!!!! Bueno, bonito y barato, como a mí me gusta!!!

A la salida, nos paramos a leer el texto de la entrada...lo dejo aquí para que lo leáis vosotros!!

Un excelente descubrimiento en Sevilla, totalmente recomendable!! y donde tratan muy bien a las personas con intolenacias y alergias!!

Nikkei Bar
C/ Calatrava 34 - Sevilla
Tel. 620 848 717



miércoles, 28 de agosto de 2013

Restaurante Casa Balbino - Sanlúcar de Barrameda -Heladería Toni

Hoy estoy de regreso al trabajo tras las vacaciones y voy a escribir sobre algunos sitios que he visitado por el sur...en este caso, por mis queridas tierras gaditanas, donde he tenido el placer de comer nuevamente en algunos de mis lugares preferidos.

Este post es sobre Casa Balbino, en Sanlúcar de Barrameda, una ciudad pequeñita pero con mucho encanto, especialmente la Plaza del Cabildo, aunque también lo es Bajo de Guía, pero en esta ocasión no he podido visitar a Bigotes :(

Sanlúcar es conocido por las carreras de caballos en la playa, por su feria, por los toroos, por la manzanilla, pero también por sus langostinos y las tortillitas de camarones y, en esta materia, Balbino es especialista. Tiene las mejores tortillitas de camarones del mundo, tal encaje de bolillos formado por finísimos hilos de masa y repleto de grandes camarones que desafían la ley de la gravedad. 
Balbino es un lugar donde probar pequeños bocados de mar, desde los fresquísimos langostinos cocidos o a la plancha, las almejas de carril a la marinera, las ortiguillas de mar fritas...en fin todo un sueño (no especialmente para celíacos aunque he de reconocer que no pude aguantarme y comí un trocito de tortillita que me sentó divinamente pese a ser de harina de trigo...un placer por el que merecía la pena arriesgarse).


La decoración muy taurina, como buen sanluqueño, con fotos antiguas de toreros y de plazas de toros y también de la ciudad a principios de siglo. Estas joyas pasan un poco desapercibidas porque siempre está lleno de gente, pero merece la pena echarles un vistazo...


Siempre es difícil encontrar mesa en alguna de sus dos terrazas, pero una que ya tiene experiencia allí, miró dentro y encontró una mesita alta, de esas que se hacen con barricas de vino y que parece que hacen que siente todavía mejor la comida, o por lo menos el estar de pie...y además, busqué mi sito de siempre para pedir (entre el sitio y mi más encantadora sonrisa me atendieron rápido). Sí, sí, Balbino es de autoservicio, pero os contaré que tiene una barra con más de 10 camareros que sirven sin parar las comandas de todos los presentes. Las cuentas las hacen con una tiza, en unas pizarras que tienen en la barra. Siempre me he preguntado cómo se aclaran, pero no me cabe la menor duda que lo hacen con mucho arte!!!

Nosotros pedimos unos tintos con limón bien fresquitos y un tapeo típico: salpicón de marisco, tortillitas de camarones, almejas a la marinera y, como no, langostinos de Sanlúcar. Me quedé con ganas de comer algunas cosas más, pero ya había arriesgado comiéndome la tortillita y, además, queríamos guardar sitio para comer un helado artesano en Toni. En fin, que nos sentó fenomenal la cena...a Luis le encantó todo y sobretodo el precio!! Nada caro, no llegó ni a 30 euros!!






Para la comunidad celíaca es un poco más complicado, pero hay muchas cosas que se pueden comer en este lugar...lo que pasa es que uno se queda "con la cara partía" como dicen aquí cuando ve tantas cosas buenas y prohibidas a la vez, porque mira que les gusta el frito a esta gente!!!

Casa Balbino
Plaza del Cabildo 14
11540 Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
Tel: 956 36 05 13
http://www.casabalbino.com/
 
Un placer volver a este lugar que recomiendo muuuuuuuuuucho!!


Después de Balbino, no pudimos resistirnos a los helados de Toni, una heladería artesana fundada en1896...tienen mil sabores, con y sin azúcar, con y sin glúten...en fin, increíble!!!

Pedimos un helado cada uno, yo, como siempre de leche merengada (estoy haciendo una cata nacional) y Luis de varios sabores. Al acabar, no pudimos resistirno y pedimos uno de Gin Toni...jejeje, elaborado con Fever Tree y Bombay Saphire!!! era como morder un gintónic de verdad...pero de emborracharte y todo!!!





Heladería Toni
Plaza del Cabildo, 2 - Sanlúcar de Barrameda, Cádiz
Teléfono:956 36 22 13