Tengo una presión...con tanta gente leyéndome, voy a tener que escribir mejor...y, la verdad, no sé cómo se hace. Escribo lo que me sale, lo que me viene a la cabeza, las sensaciones, sabores y gustos que recuerdo y precisamente eso, se hace sin pensar porque es lo visceral y primitivo, lo inconsciente y sincero...en definitiva, la esencia de uno mismo y que es precisamente la esencia de este blog. Así que, sin salirme de esta línea, voy a intentar estar a la altura.
Nada mejor para este periplo, que un buen restaurante, de los que te rascan el bolsillo, pero también de los que recuerdas como "lo bien que comí ese día", aunque no vuelvas más o muy pocas más veces en tu vida...puedo decir que yo ya he estado dos veces, pero una pagando y la otra de invitada con los jefes de Luis, así que no está mal mi ratio...jejeje.
El Sensepressa es un sitio que hace honor a su nombre. Es un lugar sin prisa pero sin pausa, donde se respira un ambiente relajado aunque esté lleno de gente. Cuando entras a este pequeño restaurante, te das cuenta de que hay "nivel". No porque sea muy lujoso...que no lo es, sino por el tipo de clientes. Clientes de Barcelona, nada de turisteo, seguramente porque está en la zona alta de l'Eixample, en un local de estos típicos que entras, bajas unos escaloncitos y llegas al comedor. La decoración es sencilla, iluminación suave, madera, botellas, más botellas, corchos, cuadros, todo muy normal, muy agradable. La sensación es de estar en casa de José Luis, el propietario, y así te hace sentir.
La verdad es que comimos estupendamente. Pedimos lo que nos vino en gana, a sabiendas de que nos iba a costar, por lo menos, medio riñón. Digo medio porque con el ritmo de botellas de vino consumidas (nada menos que tres más los gintónics posteriores) no nos quedará mucho más para vender...y necesitamos por lo menos uno para funcionar...¿o es el hígado? ;)
Pedimos varias cosas para picar, entre ellas mis garbanzos con espardeñas y luego cada uno un segundo. Triunfaron el tataki y, sobretodo el cordero lechal de Luis y Sergi, que después del susto en la cartera, creo que todavía se relame cuando piensa en la cena...(pongo prueba del delito). Mi staeak tartar prefectamente preparado, al punto de picante tal y como lo pedí. Muy rico, realmente me gustó.

Para los celíacos que me lean, deciros que podéis ir sin miedo. Tienen uno de los panes más buenos que he probado últimamente. Unos bollitos redondos, como los de los niños pequeños, pero muy sabrosos. José Luis conoce perfectamente esta intolerancia y en cada plato me fue indicando si lo podía comer o no y tuvo el detalle de sorprenderme con el postre...y triunfó!! o ¿triunfé yo? jejeje...
Hubo detalles hasta el final, con los cafés, que aparte de estar bien presentados, tuvieron sorpresa para gourmets...los primeros buñuelos de viento del año!!
En fin, un lugar excepcional en el gusto y en el trato, al que volveré, espero, pese al precio (50 euros por persona)... un restaurante para recomendar si se quiere quedar muy muy bien con alguien muy sibarita y que disfrute de la buena cocina sin demasiadas florituras.
Una recomendación: reservar mesa porque es difícil tener sitio!!
Sensepressa
c/ Enric Granados 96
Barcelona
Tel. 932181544
www.sensepressarestaurant.com/
He descobert el teu blog a partir del seguiment a través de Twitter. No el coneixia i mira que és un tema que m'agrada esbrinar.
ResponderEliminarAra l'he mirat d'una tirada i aprofito per deixar el comentari a Sensepressa, pel gran record gastronòmic que en tinc. Vam estar el passat juny i encara em recordo dels cigrons amb espardenyes que vaig demanar.
Salut!!