miércoles, 31 de julio de 2013

Restaurant NONONO- Barcelona

Hace unos días, quedamos con los amigos de Luis del instituto para cenar. No sabíamos dónde ir y al final, alguien propuso ir al NONONO, el restaurante del televisivo cocinero Isma Prados (conocido por el programa "Cuina per solters", entre otros).

Ubicado el un pasaje desconocido para mí hasta este momento y donde se encuentran algunos lugares interesantes como una creperia apta para celíacos, por ejemplo...

El restaurante tienen una decoración original, fresca, como se lleva ahora, com muebles viejos, cada silla de su padre y de su madre, mesas de diferentes medidas, nada de fotos ni cuadros. Lo que llama la atención es el papel pintado de las paredes a base de hojas de periódicos antiguos que dan un aspecto muy suave y relajante porque son de tonos pastel.

Nos colocaron en una mesa grande, en un rincón del restaurante muy pintoresco, justo junto a un gran ventanal. Un espacio de lo mejor para los siete que éramos.

El NONONO se define en su web como cocina de mercado radical. La verdad, no sé qué significa y tampoco vimos a Isma Prados para que nos lo contara. Eso sí, había un camarero muy simpático (a Ana le pareció tan igual de simpático por teléfono y por eso reservó allí), que nos atendió estupendamente.

Lo que había oído y leído sobre este restaurante en internet es que, por lo visto, tienen una granja ecológica de donde proceden los huevos, las verduras, etc que se sirven en el restaurante. Las carnes, también son de origen ecológico. Materia prima buena de verdad, de calidad.

Tenemos ingredientes de calidad, sí, pero la carta...la verdad es que no me impresionó lo más mínimo. Ahora que todos dicen que hay que comer menos carne y que me lo estoy tomando en serio, resulta que este cocinero monta un restaurante donde los platos estrella son a base de carne, en especial de ternera. También algo de aves y cerdo.

De primeros pedimos ensalada con pétalos de rosa (súper amargos) y unos tomates ecológicos aliñados únicamente con un poco de aceite, pimienta y sal. Lo mejor de todo lo que probamos. Buenísimos!!!





La carne, el costillar de ternera, pues muy bueno, la verdad, cocinado con la técnica de envasado al vacío que todos hemos aprendido con Masterchef. Se deshacía en la boca, y estaba delicioso con la salsa a base de la propia gelatina de la carne. No dejamos nada, los huesos gigantes, jeje. (no hice la foto...menudo fallo).

Los postres no los probé, pero sí una copita de pacharán para hacer la digestión. Pere pidió una copita de Pedro Ximénez que no le pudieron servir ya que no tenían y en sustitución, le pusieron un poco acertado vino oloroso...Creo que los postres estaban buenos...no lo recuerdo exactamente. Ya no les presto atención, como casi nunca puedo...

Un detalle que no me gustó, es que había una botella de aceite ecológico buenísimo encima de la mesa, con una etiqueta donde decía que estaba a la venta y el precio. Poco elegante, la verdad. Hay muchas otras formas de hacerlo.

Celiquía: Algunos platos de la carta son aptos para celíacos, pero no todos y no me sirvieron pan especial ni nada.

Precio: más de lo que esperaba...unos 38 euros por persona teniendo en cuenta que compartimos todo.

Volvería: si lo hago, será a mediodía. Demasiado fuerte para una cena...
Recomendaría: sí...bueno...

 
Dirección:
Restaurante NONONO
Ptge. Lluis Pellicer, 12 - 08036 Barcelona
Tel. 93 444 99 01

martes, 30 de julio de 2013

Restaurante ZUKA - Sant Cugat del Vallés

Voy a empezar mis comentarios sobre restaurantes por el último al que he ido...se llama ZUKA. Buscábamos un restaurante para ir a cenar con Ana y Ginés, los padrinos de nuestra boda y como el que habían pensado falló, hice una de esas cosas que puede salir muy bien o muy mal...mirar por internet. La búsqueda desde mi iphone fue: Restaurante + japonés + sant cugat= Zuka.

Bien, el Zuka es un restaurante de reciente apertura, en su web dicen de agosto de 2011, donde han creado un nuevo concepto de restaurante japonés. Un local muy bien situado, en una maravillosa plaza de Sant Cugat del Vallés, repleta de terrazas de restaurantes de todo tipo, que por cierto, voy a investigar más adelante...

Decoración minimalista, basada en el color negro y la madera natural y con una iluminación muy tenue, que al principio parece insuficiente, pero que lo hace de los más íntimo y relajante.

Subimos a la primera planta ya que el resto estaba lleno y nos acomodaron en una mesa para cuatro comensales. La camarera muy simpática nos explicó que era nueva, pero que cualquier cosa que no supiera la preguntaría, en especial en lo relativo a mi celiaquía.

Tras ver la variada carta, decidimos pedir platos para compartir. Tartar de atún de dos tipos diferentes, solomillo con foie al teppanyaki, arroz con secreto ibérico, tallarines con verduras y sushi variado.

Las raciones no son especialmente generosas, pero la calidad es muy buena. Pocas veces, me había encontrado un buen atún rojo (prácticamente desde que fui a Japón) o un salmón fresco de verdad. Aquí lo tienen, y no se paga demasiado caro. Los platos muy bien presentados y todo recién hecho, poco sabor a refrito, por no decir nada. Tuve incluso la oportunidad, ya que nos quedamos casi los últimos, de ver cómo recogían y guardaban el pescado crudo que había quedado. Todo un despliegue de delicadeza y pulcritud. No dudaría en comer sushi al día siguiente en este mismo restaurante.

Todo buenísimo, me encantó el sushi y el arroz con secreto ibérico...voy a intentar hacerlo en casa!!!

De los postres no puedo hablar mucho, porque, como casi siempre, o no encuentro alguno que me guste sin gluten, o no les queda...como en este caso, que el flambeado de plátano, fresa y mango en teppanyaki se había terminado, pero mis acompañantes disfrutaron con su coulant de chocolate. Luis no quedó muy contento con su tiramisú de té verde, pero es normal, le apasiona el tiramisú tradicional.

Este restaurante es muy versátil dependiendo del tipo de encuentro culinario. Me explico. Ideal para parejitas porque hay espacio suficiente entre las mesas, no es un lugar ruidoso, el personal es muy discreto y la iluminación beneficia la intimidad. También para grupos pequeños que quieran estar tranquilos o para los que busquen un momento más ameno, tienen la zona de teppanyaki.

Y para los amantes de los cocktails y gintónics, un completo surtido de tónicas, ginebras y complementos muy apetecibles. No probamos ninguno, porque íbamos a hacerlo en casa, pero me quedé con las ganas de probar un sake&tonic...

Celiaquía: tienen salsa de soja sin gluten y bastantes platos de la carta se pueden comer sin problemas.

Precio: nos costó unos 35 euros por persona.


Volvería: si
Recomendaría: si

Dirección:
Pl. Octavià 3
08172 Sant Cugat

Tel. 93 514 03 94

página web


Bienvenidos!

Había intentado escribir un blog en varias ocasiones, pero siempre acabo cansándome. El motivo es que no había encontrado el tema que realmente me motivara y lo curioso es que, en esta ocasión, no he sido yo quién lo ha elegido, si no todos los que me conocen...Es muy sencillo. Hace años ya que me he convertido en algo así como una consejera culinaria para los que me rodean. Que alguien quiere impresionar a su pareja?...me pregunta. Que alguien quiere ir a comer con unos amigos a tal zona o ciudad?...me preguntan. Que hay que organizar una comida o cena de empresa?...me preguntan. Tanto es así, que cuando he ido a mirar las tarjetas de todos los lugares a los que he ido o de los que me han hablado, me he encontrado con muchísimas y la pena es, que no apunté en su momento, en ningún sitio, la experiencia vivida, el placer sentido.
Así que, a partir de ahora, lo voy a hacer aquí, en vivo y en directo, de todos los lugares nuevos que vaya conociendo y también, iré alternando con otros en los que ya he estado hace tiempo. Obviamente, me gustaría recibir recomendaciones de otros (pensaré en este tema más adelante), así que dejo una invitación abierta a aquellos que deseen participar de este proyecto.